miércoles, 28 de julio de 2010

La historia de Mary Shaw






Nota: El el año 6 a.C, se creía que los espíritus de los muertos hablaban a través del área estomacal de los vivos. En latín VENTER significa “estomago” y LOQUI, “hablar”. De allí proviene la palabra VENTRILOCUO.

Hay ciertas cosas que uno recuerda, y otras que no puede olvidar… Como la mirada de esa mujer cuando murió.

Se llamaba Mary Shaw, la ventrílocua qué perdió la voz.

Cuando yo era pequeña, Ravens Fair vivía su época de gloria y se construyo un teatro espectacular: El Teatro Guignol, en Lost Lake. Asistí solamente una vez a ver su espectáculo: El Espectáculo de Mary Shaw.

La gente se entretenía al ver como Mary Shaw le daba vida a sus muñecos de madera en cada uno de sus espectáculos. Sin duda era uno de los mejores shows que haya visto jamás. Hasta que un día, uno de los niños del publico ridiculizo frente a todo el publico a Mary Shaw.

- “¡Esta moviendo los labios! – grito el niño desde su asiento – ¡Puedo verlo! ¡Esta moviendo los labios!

Obviamente, Mary Shaw le respondió al muchacho como si fuese parte del espectáculo. Pero se podía ver en su mirada que estaba furiosa por dentro - “¿Quién es el muñeco ahora?” - Esa fue la frase con la que termino el espectáculo de esa noche.

Unas semanas después, el niño desconfiado desapareció. No quedo ni rastro de el. Pero siempre pensé que Mary Shaw tuvo algo que ver.

Al poco tiempo, la asesinaron. Nunca se supo quien lo había hecho. Pero en su testamento. Mary Shaw pidió que enterraran con ella sus muñecos… sus hijos, como ella los llamaba… los 101 muñecos. Llevaron su cuerpo a la funeraria de mi padre para que el comenzara a trabajar en su otro deseo final.

No solo pidio que la enterraran con sus muñecos… sino que a ella misma la convirtieran en una muñeca.

Desde que la sepultaron, Ravens Fair sufrió el azote de su muerte. Familias enteras fueron asesinadas. A todas les faltaba la lengua. Todas estaban en poses de retratos familiares.

Por eso, nunca debes pronunciar el nombre de Mary Shaw, ni mucho menos ir a su tumba. Ella no parara de matar hasta que cesen todos los gritos.

El poema a Mary Shaw

Cuidado con la mirada de Mary Shaw.
Ella no tenía hijos, sólo muñecos.
Si la ves en tus sueños,
Asegúrate de nunca, nunca gritar,
O si no la lengua te va a cortar.

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